CREACIÓN LITERARIA

CREACIÓN LITERARIA PARA LOS NIÑOS DE INFANTIL

Creación en prosa

Para la creación en prosa, he decidido hacer la liberación de la mujer porque me parece muy importante transmitirles este tipo de mensajes a los niños, porque aunque la situación a mejorado sigue habiendo machismo, y esto lo ven los niños, por ejemplo, en mi clase de prácticas, cuando una niña fue a jugar a los coches otro niño le dijo que no podía, que eso era un juego para niños y no para niñas. Este es el tipo de pensamientos que debemos erradicar y debemos hacerlo con los niños ya que son el futuro.
El cuento que he creado se basa en la cenicitienta y está pensado para niños de 5 años que ya entienden más los significados de los cuentos y que además aguantan más tiempo cuando les lees.

Erase una vez en un reino llamado Lonia una niña llamada Elisa que vivía con su padre. Un día el padre decidió casarse de nuevo, se casó con un hombre llamado Nicolás, que tenía dos hijas: Margarita y Tulipán.

El padre de Elisa viajaba mucho  pero cuando estaban en juntos en la casa todos eran felices, todos menos Nicolás, que no era feliz porque estaba muy celoso porque Elisa y su padre estaban muy unidos, siempre que regresaba de un viaje se pasaban la noche hablando.

Un día, su padre no volvió de uno de los viajes; había muerto. Elisa se puso muy triste, ella ya no estaba feliz.

Fueron pasando los meses, y Nicolás y sus hermanastras cada vez la obligaban a hacer más tareas del hogar, ella que era muy buena, lo hacía sin quejarse.

Aunque tuviese que hacer tantas tareas, ella siempre tenía para leer, le encantaban los libros de aventuras. ¡Eran sus favoritos!

Pasaron muchos años y Elisa se convirtió en una joven preciosa y lista. Nicolás cada vez se ponía más celoso, no quería ni ver a Elisa y le mandaba hacer cada vez más tareas para que no tuviese tiempo para leer.

Un día, por la mañana, mientras estaba preparándoles el desayuno, sonó el timbre de la casa, era un cartero, cuando iba a abrirlo, llegó Margarita y se lo cogió. Empezó a gritar:

         

                    - ­¡Tulipán! ¡Los reyes nos invitan a un baile real!

          -Tenemos que encontrar los mejores vestidos- Dijo Tulipán.

          -¡Papá! ¡Tienes que ir a comprarnos vestidos para ir al baile!

           -¿Puedo ir al baile?- preguntó Elisa.

Nicolás le dijo que si terminaba todas las tareas y conseguía un vestido podría ir.

Al día siguiente Cenicienta hizo todas las tareas y se cosió un vestido pero cuando llego la hora de salir y Nicolás vio lo guapa que estaba le dio otra lista de tareas que tendría que hacer. Era una lista muy grande y Elisa se puso a llorar, entonces Tulipán y Margarita se empezaron a reír de ella y le rompieron el vestido, entonces los tres se fueron al baile y dejaron a Elisa en la casa sola llorando.

Elisa estaba muy triste pero de repente, llegó su hado padrino y le explicó que él le ayudaría a hacer todas las tareas y a tener un vestido. Entonces cogió su varita mágica y pronunció las siguientes palabras:

       -Malacres malacres ¡quiero todo listo a la de tres! -

Entonces empezaron a hacerse todas las tareas de la lista, ¡se hacían solas! Luego volvió a coger la varita y dijo:

      -Menetrial, menetrial, ¡quiero que vistas un vestido genial! -

Empezaron a salir chispas de todos los colores y de repente, Elisa llevaba puesto un vestido precioso de color amarillo. El hado le dijo que estaba preciosa pero que le faltaba algo… un collar mágico que solo brillaría cuando se lo pusiese ella.

También le consiguió una carroza que le llevase al baile pero le dijo que a las 12:00 todo desaparecería.

Cuando llegó al baile se puso a bailar, le encantaba la música, estuvo bailando durante mucho tiempo y se cansó tanto que tuvo que salir para tomar el aire y beber agua, allí se le acercó un chico y empezaron a hablar, el chico se llamaba Carlos y se enamoró de ella, era la chica más lista que había conocido jamás.

Estuvieron hablando durante horas y ella no se dio cuenta, de repente se dio cuenta de que se tenía que ir, entonces salió corriendo para poder llegar a casa antes de que la carroza y su vestido desapareciesen. Carlos fue corriendo detrás de ella pero no fue capaz de alcanzarla aunque a ella se le calló el collar y él lo recogió.

Cuando Elisa llegó a su casa la estaban esperando su padrastro y sus hermanastras. La habían visto hablando con el chico y se habían puesto muy celosas, entonces decidieron encerrarla en la una habitación pequeña y sin ventanas.

El príncipe cuando acabó el baile se puso muy triste y no quería hacer nada, solo lloraba y lloraba en su cuarto, se deprimió y no hablaba con nadie, cogía el collar con las manos y lo apretaba mientras deseaba que esa chica tan genial volviese a aparecer. La gente del castillo decía que se había vuelto loco.

La princesa estaba tan bien muy triste porque pensaba que se quedaría para siempre encerrada en esa habitación, pero logró calmarse y después de leer tantos libros de aventuras se le ocurrió una manera de escapar.

Cuando consiguió salir de esa habitación tuvo que ir en silencio para que la oyesen pero consiguió salir de la casa.

Fue corriendo al castillo y allí encontró la habitación del príncipe y consiguió rescatarle de su locura.

Los dos fueron muy felices y comieron perdices.

Creación en vers
Para esta creación he echo una adivinanza muy sencillita pensada para niños de tres años.
los materiales que he usado han sido goma eva, un cordón y purpurina apta a partir de los tres años y la portada y el final (con purpurina) están forrados para que no se les pegue la purpurina.

¿Qué animal es?

Es gris

Es mamífero

Es suave

Es acuático

Es juguetón

Es divertido

Es saltarín

¿Qué animal es?

Es un delfín

Creación teatral

Para esta creación he usado la hipótesis absurda, para esto he creado una situación que supuestamente había ocurrido en esa clase años antes y donde los antiguos alumnos les quieren mostrar qué es lo que ocurrió y a su vez son ellos mismos quienes los representan:

Narrador: Un día, estaba un niño llamado Juan en esta misma clase mientras los demás estaban en el recreo. Estaba solo porque su profesor le había castigado por haber tirado al suelo las ceras de colores.

-Se abre el telón

Juan: esto de estar castigado en clase es un rollo.

Cera de color verde: Si no nos hubieseis  tirado al suelo…

Juan: ¿Quién está hablando? (asustado).

Ceras: Somos nosotras, las ceras de colores, las que tiras al suelo y tratas mal.

Juan: Pero… ¡Si las ceras no hablan!

Muñeco: ¡Pues claro que hablan! ¡Qué poco saben estos humanos…!

Juan: (con cara de asombro) Yo eso no lo sabía… ¡Pero los humanos sabemos mucho!

Cera roja: Y si sabéis tanto como dices ¿por qué nos tratas mal y nos haces daño?

Muñeco: ¡Eso! Y ¿Por qué siempre os peleáis por mi Carolina y tú?  Cada vez que os peleáis 

me cogéis cada uno de un brazo y me estiráis tanto que pienso que me voy a romper en dos (se pone triste).

Juan: Lo siento… yo no sabía que os hacía daño…

Muñeco y ceras: ahora que lo sabes nos debes tratar bien porque nosotros siempre estamos  aquí cuando queréis pintar y jugar

Juan: ¡Sí! Ya nunca más os volveré a hacer daño, os lo prometo.

Muñeco y ceras: ¡Muchas gracias¡ nosotros ya nos despedimos que está a punto de empezar la clase otra vez

Narrador: En ese momento sonó el timbre, el recreo había acabado. Cuando llegaron todos los niños y el profesor a clase, Juan les explicó a todos lo que había pasado y de lo que se había enterado, entonces todos los niños también prometieron no volver a hacerles daño.

Narrador 2: En ese momento pensaron que no se podían guardar el secreto y decidieron hacer este teatro para que lo interpretasen siempre los alumnos del colegio y así que todos los niños se enterasen.